lunes, 13 de diciembre de 2010

Gracias ;)

Llega el frío... y siento cada vez más ganas de tenerte conmigo, abrazarte, besarte, y decirte lo más hermoso que podré decirte nunca: Te quiero. ¿Por qué te quiero? Sinceramente, me lo he preguntado algunas veces, y aunque no he conseguido dar con una respuesta, sí te puedo asegurar que no te miento cuando te digo que te quiero y que me cuesta imaginarme la vida sin ti, por eso te necesito a mi lado.


 Eres de lo mejor que me ha pasado, contigo siento que se para el tiempo y que no tengo nada de lo que preocuparme. Por muchas cosas que hayan pasado y por muchas dudas que hayamos tenido, hemos estado juntos pasara lo que pasase; porque más fuerte que el amor entre dos personas, es la amistad. Este vínculo afectivo que te hace perdonar cualquier cosa.


Esta amistad que nos une ha hecho que mi amor por ti aumente con el paso de los días, hasta el punto de hacer que descubra cosas de mí que antes no sabía. Gracias a ti puedo descubrirme poco a poco y conocerme un poco mas que antes. Contigo me siento completa, feliz, siento que todos mis problemas se marchan. Sabes que siempre podrás contar conmigo, sea lo que sea, sabes que siempre estaré a tu lado. Pero sobre todo... Sabes que te quiero, nunca lo dudes.



Porque no hay nada mas fuerte que el amor que nace de la amistad.

martes, 30 de noviembre de 2010

¿Qué es el amor?

Uno de los niños de una clase de educación infantil preguntó: 
  • Maestra… ¿Qué es el amor?
La maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviese a la altura de la pregunta inteligente que había formulado. Como ya estaban en la hora del recreo, pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y trajeran cosas que invitaran a amar o que despertaran en ellos ese sentimiento. Los pequeños salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo:
  • Quiero que cada uno muestre lo que ha encontrado.
El primer alumno respondió:
  • Yo traje esta flor… ¿No es bonita?
A continuación, otro alumno dijo:
  • Yo traje este pichón de pajarito que encontré en un nido… ¿no es gracioso?
Y así los chicos, uno a uno, fueron mostrando a los demás lo que habían recogido en el patio.
Cuando terminaron, la maestra advirtió que una de las niñas no había traído nada y que había permanecido en silencio mientras sus compañeros hablaban. Se sentía avergonzada por no tener nada que enseñar.
La maestra se dirigió a ella:
  • Muy bien, ¿y tú?, ¿no has encontrado nada que puedas amar?
La criatura, tímidamente, respondió:
  • Lo siento, seño. Vi la flor y sentí su perfume, pensé en arrancarla pero preferí dejarla para que exhalase su aroma durante más tiempo. Vi también mariposas suaves, llenas de color, pero parecían tan felices que no intenté coger ninguna. Vi también al pichoncito en su nido, pero…, al subir al árbol, noté la mirada triste de su madre y preferí dejarlo allí…
Así que traigo conmigo el perfume de la flor, la libertad de las mariposas y la gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo enseñaros lo que he traído?
La maestra le dio las gracias a la alumna y emocionada le dijo que había sido la única en advertir que lo que amamos no es un trofeo y que al amor lo llevamos en el corazón.

El amor es algo que se siente.
Hay que tener sensibilidad para vivirlo.

sábado, 13 de noviembre de 2010

El miedo y la duda...

Miedo... ¡Cuántas veces hemos tenido miedo de algo, sea lo que sea. Se puede tener miedo de muchas cosas, desde cosas tan simples como puede ser una animal hasta cosas que normalmente no identificamos con miedo... como puede ser la indecisión ante algo y no saber qué escoger. Miedo a no saber qué es lo mejor, miedo a equivocarnos,... 
Cuando tienes este tipo de miedos, y no sabes qué hacer, se suele recurrir a la gente de confianza para que nos ayuden con éste problema determinado. ¿Y cómo suelen ayudar? Normalmente te escuchan y dan su opinión, el problema es que en la mayoría de los casos, estos consejos no nos ayudan para nada, lo único que hacen es liarnos más y estar más dudoso aún. Es muy normal que los consejos que te den no sean neutrales, sino que están influenciados por la opinión personal, lo que haría cada uno si estuviera en tu lugar.
Pero cuando pides ayuda de este tipo, no quieres que te digan lo que haría cada uno en tu lugar, sino que sabiendo cómo eres te ayuden a encontrarte para poder buscar una solución a ese problema, a ese miedo de no saber qué hacer.